Lo que comenzó como un rumor, y más tarde se convirtió un denuncia, terminó desatando un escándalo en la Basílica Nuestra Señora de La Merced. Mientras puertas afuera había festejos por el día de la Vigen Generala, dentro del templo una mujer lloraba y, en estado de nerviosismo, aseguraba que uno de los sacerdotes acababa de abusar de ella.
Todo comenzó el sábado al mediodía, según confiaron fuentes del caso. La víctima, que tiene 35 años y trabaja en el comedor de la parroquia, le habría comunicado al sacerdote en cuestión que tenía decidido renunciar a su labor. La respuesta que habría recibido del religioso era que no había inconvenientes.
Más tarde, alrededor de las 17, la mujer corrió a avisar que había sido abusada por el cura.
Las fuentes explicaron que la acusación generó incredulidad en el seno de la parroquia, debido a que existían rumores previos de que ambos mantenían una relación sentimental. Incluso se comentaba que la mujer, quien estaba divorciada desde junio pasado, había tomado la decisión de abandonar a su marido para formar pareja con el sacerdote. Pero este último -según esta especie- se habría negado a abandonar los hábitos, por lo que ella, le comunicó que renunciaría a su trabajo en el comedor de la parroquia.
Según habría dicho la mujer, esa tarde el cura la abordó cerca de un dormitorio, la besó en la boca contra su voluntad y la tocó en sus partes íntimas. “Ella quedó asombrada, lo empujó y le dio un ataque de nervios. Salió corriendo y les avisó a los demás curas, pero no le creyeron. Eso era lo que más le molestaba, que no le creyeran”, relataron las fuentes.
Suspendido
Ante esa situación, la mujer se acercó a hablar con el futuro arzobispo, Carlos Sánchez, quien la tranquilizó y le aseguró que se harían las cosas como corresponde. Fue este quien llamó a un abogado particular y le pidió que acompañara a la mujer a realizar la denuncia. La acusación quedó asentada en la seccional Iª, donde se le tomó declaración. En la denuncia, la presunta víctima señala que el autor del supuesto abuso es “un tal Hernán”.
Luego se envió el acta a la Fiscalía de Instrucción IVª, a cargo de Diego López Ávila, quien ordenó que se realicen las pericias.
En cuanto el caso se difundió, la Iglesia emitió un comunicado donde informó que el sacerdote acusado fue suspendido hasta que se esclarezca lo ocurrido.
“Ante una situación que podría estar comprendida dentro de las previsiones de la Justicia local, el administrador parroquial de La Victoria, Basílica Nuestra Señora de la Merced, al ser anoticiado de una denuncia a un sacerdote que reside en esa parroquia, dio instrucciones a los efectos de que se dé inmediata intervención a la Justicia a fin de seguir todas las vías legales que corresponden. Del mismo modo, la Iglesia local seguirá lo que indica el Derecho Canónico para estas situaciones. El Administrador arquidiocesano dispuso la licencia preventiva del sacerdote hasta que se produzca el total esclarecimiento de la situación”, dice el texto, sin identificar al cura al que se suspende.